El fundador y ex CEO de FTX, Sam Bankman-Fried, continúa luchando contra las acusaciones del Departamento de Justicia de EE. UU. (DoJ) en relación con su papel en la caída del intercambio de criptomonedas. Sin embargo, su equipo legal ha objetado fuertemente algunas de las preguntas planteadas por el DoJ en relación con la selección del jurado, alegando que estas interrogantes podrían prejuzgar a los futuros jurados antes del juicio.
El abogado de Bankman-Fried, Mark Cohen, argumentó que las preguntas propuestas por el gobierno podrían limitar la capacidad de los posibles jurados para brindar una explicación completa y exponer posibles sesgos. En particular, destacó el uso del término «presunto» al describir los delitos de su cliente como adecuado, ya que implica que las acusaciones aún no están probadas.
Sin embargo, la objeción más fuerte se centró en la pregunta número 31 del DoJ, que, según la defensa, parecía estar diseñada para influir en los jurados potenciales a favor de la acusación. Este debate sobre las preguntas del jurado resalta la importancia de garantizar un juicio justo y sin prejuicios, pero también plantea interrogantes sobre si la objeción de la defensa podría utilizarse para dilatar el proceso legal.
La controversia subyacente en este caso gira en torno a las acusaciones de fraude y el papel de Bankman-Fried en la caída de FTX. El DoJ y la defensa están desplegando sus estrategias desde el principio, y la selección imparcial del jurado será fundamental para determinar el resultado del caso.
A medida que se desarrolla este proceso legal, es crucial que se respeten los derechos de ambas partes y que se garantice un juicio justo. Los próximos acontecimientos en el caso de Sam Bankman-Fried serán seguidos de cerca por la comunidad legal y criptográfica en busca de justicia y transparencia en el mundo de las criptomonedas y las finanzas descentralizadas.