La congestión de blockchain, un término que suena tan denso como su definición, es un desafío que se manifiesta cuando la red de blockchain se encuentra saturada de transacciones, lo que a su vez ralentiza su funcionamiento y crea un cuello de botella.
Esta situación ocurre cuando el volumen de transacciones supera la capacidad de procesamiento de la red, dejando a los usuarios con transacciones pendientes y frustración.
Ejemplos recientes, como la congestión experimentada por Bitcoin al lanzar tokens BRC-20, ilustran cómo un exceso de demanda puede provocar la congestión. Sin embargo, los culpables no son solo las transacciones en masa.
Factores adicionales pueden contribuir a la congestión, como el lanzamiento de nuevos proyectos con una fuerte estrategia de marketing que despiertan una respuesta abrumadora.
Las aplicaciones descentralizadas a menudo desencadenan la ejecución simultánea de contratos inteligentes, lo que ejerce una presión adicional sobre la red.