La reciente volatilidad de los mercados ha reavivado la atención sobre la relación entre Bitcoin y el oro, dos activos considerados refugios frente a la incertidumbre económica. Tras el “flash crash” del 10 de octubre —ocasionado por la amenaza de un arancel del 100% de Estados Unidos a China— Bitcoin perdió cerca de $19.000 millones en interés abierto. Sin embargo, la criptomoneda ha mostrado signos de recuperación y actualmente opera cerca de los $115.000, impulsada por un mayor optimismo ante la próxima reunión entre Donald Trump y Xi Jinping.
El analista Geoff Kendrick, de Standard Chartered, destaca que la correlación entre Bitcoin y el oro sigue siendo un indicador crucial del apetito por el riesgo. Durante la última semana, los ETF de oro registraron salidas por más de $2.000 millones, mientras los ETF de Bitcoin permanecen rezagados. Kendrick considera que si una parte de ese capital se redirige hacia los fondos de Bitcoin, se confirmaría una recuperación sólida y un panorama más positivo para los activos digitales frente a los tradicionales.
Las cifras evidencian una brecha considerable: el oro acumula una ganancia del 54% en 2025, mientras que Bitcoin ha avanzado un 23%. Aunque el oro conserva su posición como activo de refugio principal, su reciente retroceso desde el máximo histórico de $4.300 por onza troy podría abrir la puerta a una mayor apreciación del BTC. Si las tensiones comerciales se reducen tras la reunión Trump-Xi, el capital institucional podría comenzar a rotar nuevamente hacia los activos digitales.
Desde el análisis técnico, la relación Bitcoin-oro se mantiene apenas por encima del nivel previo al colapso de octubre, aunque todavía no supera el umbral de 30, que según Kendrick marcaría el final del pánico arancelario. Este indicador es clave para los traders, ya que refleja la confianza del mercado en el potencial de Bitcoin como alternativa al oro. Si se logra romper ese nivel, el mercado podría interpretar que la fase de incertidumbre ha llegado a su fin, impulsando nuevas entradas de capital hacia el ecosistema cripto.
Aun con una visión más optimista, persiste cierta cautela. Los mercados de predicción estiman un 65% de probabilidad de que el oro supere a Bitcoin en 2025, aunque esa cifra ha disminuido en los últimos días. Este descenso sugiere un cambio gradual en la percepción del mercado, donde Bitcoin comienza a consolidarse como un refugio moderno frente a las turbulencias globales. Si los flujos hacia los ETF se equilibran y las tensiones geopolíticas ceden, la criptomoneda podría acortar distancias y fortalecer su papel dentro del sistema financiero global.
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