Cardano (ADA) atraviesa un cierre de año marcado por una presión vendedora persistente y una volatilidad que ha sacudido a las principales criptomonedas. Durante las últimas semanas, el activo se ha movido en torno a los $0.38, arrastrado por liquidaciones amplias, debates sobre las asignaciones de Genesis ADA y las secuelas de una reciente interrupción de la red. Estos factores han colocado a ADA nuevamente en el centro de análisis, no por su rendimiento positivo, sino por la necesidad de evaluar si podrá sostener su valor durante diciembre en un mercado inestable.
El análisis del gráfico de cuatro horas revela una tendencia bajista constante desde mediados de noviembre, con ADA descendiendo desde niveles cercanos a los $0.95 a inicios del año. El retroceso hacia los $0.27 durante el mes anterior expone la fragilidad de la liquidez, mientras que las medias móviles exponenciales continúan inclinadas hacia abajo, reforzando la estructura negativa. Para que ADA comience a recuperar terreno, deberá superar con claridad los $0.426, una resistencia clave que se formó tras la interrupción de la red. Hasta entonces, la tendencia sigue inclinada hacia la baja.
El soporte inmediato de ADA se encuentra en los $0.36, un nivel crítico para evaluar la fuerza del mercado. Si este precio se pierde, el activo podría retroceder nuevamente hacia los $0.27, el mínimo de la reciente cascada de ventas. Sin embargo, si logra sostenerse, los compradores ganarían espacio para intentar un impulso alcista durante el mes. Ejemplos recientes muestran cómo activos en situaciones similares lograron consolidarse en soportes relevantes antes de intentar un rebote, aunque su éxito depende del volumen y del interés renovado de los participantes.
Los indicadores técnicos confirman el sentimiento débil: el RSI se ubica en zonas bajas, sugiriendo un mercado frágil pero no totalmente sobrevendido, lo que permite escenarios de continuidad bajista o rebotes moderados. El interés abierto ha caído significativamente tras liquidaciones masivas, reflejando el cierre abrupto de posiciones largas, mientras que el OBV mantiene su trayectoria descendente, señal de que la demanda al contado no se ha recuperado. Hasta que estos indicadores muestren señales de reversión, ADA permanecerá en un terreno de cautela.
De cara a diciembre, el comportamiento del precio dependerá en gran medida del soporte de $0.36. Si Cardano logra mantenerse por encima y posteriormente superar los $0.426, un movimiento hacia los $0.45 podría convertirse en la primera señal de recuperación. Por el contrario, perder los $0.36 reactivaría el riesgo de una caída hacia los $0.27, nivel que marcaría un deterioro más profundo. Ante este contexto, ADA necesita un período de estabilidad que permita al ecosistema absorber los efectos de la interrupción de red, las liquidaciones recientes y los debates sobre gobernanza, preparando así un terreno más sólido para un posible repunte en la segunda mitad del mes.
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