S&P Global Ratings, una de las principales agencias de calificación crediticia, ha desafiado la visión generalizada de que las criptomonedas actúan como un refugio eficaz contra la inflación. A pesar de la creencia de que las criptomonedas se mantienen resistentes frente a los factores macroeconómicos y a la regulación gubernamental, S&P sostiene que su historial aún es demasiado corto para demostrarlo. Un ejemplo ilustrativo es El Salvador, donde la adopción de Bitcoin ha sido fuerte debido a la alta inflación y a la rápida depreciación de la moneda local.
En su análisis de la relación entre la inflación y las criptomonedas durante los últimos seis años, S&P descubrió que las expectativas de inflación de Estados Unidos no estaban positivamente correlacionadas con los rendimientos de Bitcoin, contrariamente a lo que se podría esperar si las criptomonedas fuesen un «oro digital». Además, el índice S&P Broad Digital Market Index (S&P BDMI), que refleja un universo amplio de activos digitales, ha mostrado una correlación baja con las expectativas de inflación, y ha habido períodos en los que los rendimientos de los índices de criptodivisas y de inflación han mostrado signos opuestos.
Sorprendentemente, S&P también descubrió una correlación inversa entre el mercado de criptomonedas y la fortaleza del dólar estadounidense. Aunque la lógica sugiere que los inversores favorecerían las criptomonedas cuando se espera que el dólar se debilite, y viceversa, la realidad ha demostrado ser diferente. La correlación histórica entre el índice del dólar y los rendimientos diarios de las criptomonedas ha sido de -0,16 puntos, una cifra bastante distante de la correlación de -0,40 entre el índice del dólar y el oro.
Por otro lado, S&P concluyó que la volatilidad del mercado y la tensión financiera suelen asociarse con la caída de los precios de las criptomonedas. Los datos parecen respaldar la idea de que la baja volatilidad beneficia al mercado de las criptomonedas, mientras que una mayor volatilidad tiende a perjudicarlo. Por ejemplo, cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la Covid-19 como pandemia mundial en marzo de 2020, el Índice de Estrés Financiero (FSI) se volvió positivo y Bitcoin perdió más del 40% de su valor en un solo día.
Finalmente, aunque las criptomonedas no están exentas de los efectos de los cambios macroeconómicos, su rendimiento también está influenciado por otros factores como la tecnología y el sentimiento del mercado. El informe de S&P sugiere que a medida que más inversores institucionales se inclinen por las criptomonedas, su relación con los indicadores macroeconómicos podría fortalecerse, aumentando el riesgo de contagio entre activos tradicionales y criptoactivos.