El mercado de criptomonedas vivió un colapso repentino tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de Donald Trump, desencadenando una liquidación masiva de posiciones por un total de 2.270 millones de dólares en solo 24 horas. La capitalización del sector se redujo en un 35%, esfumándose 116 mil millones de dólares del mercado. Este desplome evidencia cómo la incertidumbre geopolítica puede afectar drásticamente a los activos digitales, considerados refugios de valor en escenarios de crisis. Sin embargo, algunos inversores aprovecharon la oportunidad para recomprar a precios reducidos.
Las altcoins fueron las más castigadas, con XRP, DOGE y SOL liderando las pérdidas. En los mercados de futuros, los traders que mantenían posiciones apalancadas fueron liquidados en masa, generando una reacción en cadena que profundizó la caída. A diferencia de Bitcoin, que mostró cierta estabilidad gracias a estrategias de compra en caída, estas criptomonedas enfrentaron ventas masivas sin una demanda suficiente que amortiguara el golpe. Este episodio demuestra la vulnerabilidad de activos más pequeños ante grandes movimientos macroeconómicos.
El impacto no se limitó a la venta forzosa de activos. Los aranceles impuestos por Trump —25% a Canadá y México, y 10% a China— avivaron la incertidumbre global y dispararon la aversión al riesgo en los mercados financieros. La respuesta de Canadá con medidas equivalentes añadió más tensión a un entorno ya de por sí inestable. Mientras las acciones de empresas tecnológicas sufrían caídas similares, algunos analistas sugieren que el mercado cripto podría beneficiarse a largo plazo si los inversores buscan alternativas al dólar en caso de escalada de la guerra comercial.
A pesar del panorama sombrío, se detectaron compras estratégicas de Bitcoin mediante diferenciales de compra a 98.000 dólares, lo que indica que ciertos actores del mercado ven esta caída como una oportunidad. En Ethereum, los traders apostaron por un repunte utilizando diferenciales de calendario en el nivel de 3.000 dólares. Esto refleja una visión optimista entre inversores con mayor conocimiento técnico, que ven estos precios como atractivos antes de un eventual rebote.
En medio del caos, algunas criptomonedas demostraron una notable resiliencia. JTO, HYPE y ONDO se mantuvieron firmes, respaldadas por una fuerte demanda en el mercado extrabursátil (OTC). Esto sugiere que ciertos proyectos cuentan con fundamentos sólidos y un interés institucional que mitiga las caídas abruptas. Sin embargo, la incertidumbre persiste, y con China como un actor clave en la ecuación, la volatilidad en los próximos días podría ser extrema. El mercado cripto está en la cuerda floja, y su futuro inmediato dependerá de la evolución de estas tensiones económicas.
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