Bitcoin enfrenta un momento decisivo tras situarse por debajo de un nivel de costo base esencial de 0,95, indicador que mide si los inversores mantienen ganancias o comienzan a registrar pérdidas. Según datos de Glassnode, este umbral actúa como una referencia psicológica para quienes evalúan mantener o liquidar posiciones. Cuando el precio cae por debajo de este punto, muchos operadores tienden a vender para proteger capital, generando mayor presión bajista. Un ejemplo reciente fue el retroceso de 2022, cuando el mercado perdió soportes similares y aceleró la caída hacia los 15.000 dólares.
El análisis de Glassnode destaca que, si Bitcoin no logra recuperar este nivel clave, existe una creciente probabilidad de que el precio descienda hacia la zona de entre 105.000 y 90.000 dólares. Estos rangos funcionan como áreas de soporte histórico donde grandes inversionistas podrían reingresar para comprar a menor costo. Sin embargo, la volatilidad asociada a estos movimientos podría incrementar la incertidumbre entre minoristas, especialmente para aquellos que ingresaron en precios superiores y enfrentan pérdidas latentes. La reacción del mercado en estas franjas será clave para medir la fortaleza del ciclo actual.
Entre los aspectos positivos, este retroceso podría convertirse en una oportunidad para quienes buscan acumular Bitcoin a precios más atractivos antes de un nuevo impulso alcista. Algunos analistas señalan que las métricas on-chain muestran que los holders de largo plazo siguen sin vender agresivamente, lo que indica confianza estructural. Además, la adopción institucional y la entrada de fondos cotizados en bolsa (ETFs) continúan aportando liquidez y estabilidad, limitando la posibilidad de un colapso extremo. Estas dinámicas podrían frenar caídas abruptas y generar un suelo sólido para un rebote futuro.
Por otro lado, los riesgos persisten para los traders con alta exposición a derivados y apalancamiento. Una caída sostenida podría provocar liquidaciones masivas, ampliando la presión de venta y acelerando el retroceso. Ejemplos pasados, como el desplome de mayo de 2021, demostraron que las posiciones sobreapalancadas pueden intensificar movimientos a la baja en cuestión de horas. Además, factores externos como decisiones de política monetaria de la Reserva Federal y cambios en la regulación global podrían añadir volatilidad y afectar la confianza de los participantes en el corto plazo.
En este escenario, los inversores experimentados suelen combinar análisis técnico y métricas on-chain para evaluar oportunidades y riesgos. Vigilar indicadores como el costo base, el volumen de direcciones activas y la entrada de capital institucional resulta esencial para anticipar posibles giros de tendencia. Mientras tanto, el mercado se mantiene expectante ante un posible rebote que restablezca la zona de soporte perdida. Si Bitcoin logra recuperar rápidamente este nivel clave, podría evitar un retroceso profundo y consolidar un rango estable antes de intentar nuevos máximos históricos.
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