El mercado de criptomonedas mostró señales de estabilización tras la intensa venta del lunes, con bitcoin recuperándose por encima de los 87,000 dólares durante las primeras operaciones en Estados Unidos. El rebote cercano al 3% ofreció un respiro técnico después de la caída desde niveles superiores a 94,000 dólares. Este movimiento estuvo acompañado por un desempeño desigual entre los principales activos digitales, reflejando un entorno donde la cautela domina las decisiones de los operadores. Aunque el impulso inicial sugiere alivio temporal, el contexto general sigue marcado por una elevada fragilidad estructural.
Ethereum presentó un avance más moderado, con una subida cercana al 1.4%, mientras que altcoins relevantes como BNB, XRP y LINK mostraron mayor fortaleza relativa, con incrementos de entre 3% y 6%. Este comportamiento sugiere una rotación táctica hacia activos con narrativas específicas o menor presión vendedora inmediata. Un ejemplo es XRP, que suele beneficiarse de movimientos especulativos de corto plazo. No obstante, esta resiliencia no elimina el riesgo sistémico: la liquidez sigue siendo limitada y cualquier shock macro podría revertir rápidamente las ganancias.
Las acciones vinculadas al sector cripto también reaccionaron positivamente tras el episodio de pánico. Strategy y Robinhood registraron avances iniciales de entre 3% y 4%, mientras que Circle destacó con un alza cercana al 9%, respaldada por la relevancia creciente de USDC en los mercados financieros. Un punto a favor es que estas empresas actúan como termómetro del apetito institucional. Sin embargo, el contraargumento es claro: su desempeño sigue altamente correlacionado con la volatilidad de bitcoin, lo que limita su capacidad defensiva.
El análisis técnico y de derivados refuerza la visión prudente. Samer Hasn, de XS.com, calificó el entorno como frágil, destacando liquidaciones de posiciones largas por aproximadamente 750 millones de dólares en apenas dos días. Este dato refleja un mercado sobreapalancado, donde los operadores se ven forzados a cerrar posiciones ante movimientos adversos. El principal riesgo es que este proceso de desapalancamiento aún no haya concluido, abriendo la puerta a una caída por debajo de los 80,000 dólares, nivel psicológico clave.
Desde una perspectiva macroeconómica, la tensión entre la demora en un alivio monetario y el atractivo de bitcoin como reserva de valor sigue definiendo el panorama. El aumento del desempleo en Estados Unidos y la baja probabilidad de recortes de tasas limitan el apetito por riesgo a corto plazo. Aun así, analistas como David Hernández, de 21Shares, subrayan que el suministro finito de bitcoin representa una ventaja estructural a largo plazo. El desafío inmediato será defender soportes críticos mientras el mercado redefine su equilibrio.
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