China se enfrenta a un desafío económico crítico que requiere una estrategia a corto y largo plazo. En el corto plazo, el país necesita ofrecer más apoyo para mantener su crecimiento económico en curso.
La economía china se ha desacelerado en los últimos años debido a una serie de factores, incluyendo tensiones comerciales con Estados Unidos y la pandemia de COVID-19. Para evitar una «década perdida», China debe tomar medidas inmediatas para estimular su economía.
En el corto plazo, esto podría implicar políticas fiscales y monetarias expansivas, como la reducción de impuestos y tasas de interés más bajas.
Estas medidas pueden ayudar a impulsar la inversión y el gasto de los consumidores, lo que a su vez estimulará la actividad económica. Además, China podría acelerar proyectos de infraestructura clave para crear empleos y fomentar el crecimiento.
Sin embargo, a largo plazo, China también debe proteger y fomentar el sector privado de su economía. El sector privado desempeña un papel crucial en la innovación y la creación de empleo, y su crecimiento sostenible es esencial para el futuro de China.
El gobierno chino debe garantizar un entorno empresarial justo y equitativo que permita a las empresas privadas prosperar y competir en igualdad de condiciones con las empresas estatales.