La policía china está tomando medidas drásticas contra las criptomonedas y los deep fakes generados con IA, en respuesta a una oleada de robos de identidad y delitos financieros digitales. Por ejemplo, se han dado casos de fraude relacionados con la suplantación de identidad mediante el intercambio digital de rostros, llevando a la detención de 515 personas. Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio para vigilar y regular el sector Web3 en China, en un intento por controlar la delincuencia en línea.
Entre las medidas tomadas, el 18 de julio, la policía de Shangxi detuvo a 21 personas involucradas en una presunta trama de blanqueo de 54.8 millones de Tether (USDT). Los sospechosos compraban USDT a residentes chinos por debajo del valor de mercado, y luego los vendían a cambio de fiat en exchanges de criptomonedas. La política de China en cuanto a controles estrictos de salida de capitales, que prohíbe la compra de divisas por valor de más de USD 50,000 al año, hace que este delito sea particularmente grave.
Sin embargo, no todos ven estas acciones de la policía de manera positiva. Algunos acusan a las fuerzas del orden chinas de malversar fondos de proyectos cripto mediante medidas de control. Un caso preocupante es la desaparición del protocolo cross-chain Multichain después de que su CEO fuera detenido, con fondos retirados en forma de stablecoins y monedas de privacidad. La falta de transparencia en estos casos plantea preguntas sobre la legitimidad y motivación detrás de estas detenciones.
La aplicación de tecnología como Chat GPT, computación en la nube, blockchain y deepfake en la supervisión y control de las actividades ilícitas online es un arma de doble filo. Si bien es cierto que pueden ser herramientas eficientes en la lucha contra el delito, también plantean importantes cuestiones sobre la privacidad y la libertad de los individuos, así como la posibilidad de abusos de poder por parte de las autoridades.
Las acciones recientes de la policía china en el ámbito de las criptomonedas y la tecnología de IA presentan tanto oportunidades como desafíos. La persecución y detención de criminales es vital para mantener la integridad y seguridad en la era digital, pero la transparencia, la ética y el respeto a los derechos individuales deben estar en el corazón de estas iniciativas. La colaboración entre las autoridades, la industria y la sociedad civil podría ser clave para equilibrar la seguridad y la libertad en el dinámico y complejo mundo de la Web3.