La Asociación Blockchain ha lanzado una contundente advertencia sobre los efectos perjudiciales de una norma impuesta en los últimos días de la administración Biden. Según la organización, esta regulación obliga a los desarrolladores de software de finanzas descentralizadas (DeFi) a cumplir con obligaciones fiscales diseñadas para intermediarios financieros tradicionales, algo que no solo es técnicamente inviable, sino que también atenta contra la esencia de la descentralización. Este movimiento ha generado un fuerte rechazo en la comunidad cripto, que ve en esta norma una amenaza directa al desarrollo e innovación en el sector.
Uno de los principales argumentos en contra de esta norma es que convierte a desarrolladores de software en intermediarios financieros, cuando su función real no implica la custodia ni el control de fondos de terceros. Por ejemplo, plataformas como Uniswap o Aave permiten la interacción entre usuarios sin necesidad de una entidad centralizada que controle los activos. Obligar a estos desarrolladores a recopilar información de usuarios y reportarla al IRS representa un despropósito técnico y filosófico, ya que estas plataformas operan sobre contratos inteligentes autoejecutables, sin la intervención de terceros.
Otro punto crítico es el impacto en la privacidad y la vigilancia. La norma exige la recopilación de datos personales de los usuarios y su envío a las autoridades fiscales, una medida que atenta contra la seguridad digital y la confidencialidad en el ecosistema DeFi. En un mundo donde la privacidad financiera es un derecho en constante amenaza, esta regulación coloca a los desarrolladores en una posición imposible: cumplir con la ley o defender los principios de la descentralización. Además, esto desincentivaría la adopción de DeFi en EE. UU., empujando a desarrolladores y proyectos innovadores a buscar jurisdicciones más amigables.
Ante esta situación, más de 75 empresas del sector han respaldado al senador Ted Cruz y al representante Mike Carey en su esfuerzo por derogar la norma a través de la Ley de Revisión del Congreso (CRA). Esta medida legislativa busca corregir lo que consideran una extralimitación del IRS, que ha interpretado de manera errónea la intención original del Congreso al modificar la definición de «corredor» en la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleo. La comunidad blockchain sostiene que esta normativa fue impuesta de manera apresurada y sin un entendimiento real del impacto que tendría en la industria.
El futuro de la legislación cripto en EE. UU. parece entrar en una nueva fase, con un Congreso que muestra señales de ser más receptivo a las necesidades del sector. La revocación de esta norma marcaría un punto de inflexión en la regulación de los activos digitales y demostraría un compromiso real con la innovación. La batalla por DeFi no solo es una cuestión técnica o financiera, sino también una lucha por la autonomía digital y la libertad económica en la era de las criptomonedas. En este contexto, Aptos Lab expresó su apoyo a la causa al declarar en su cuenta de X: «Estamos orgullosos de haber firmado el @Asociación de Cadenas de Bloques Carta de la empresa que insta al Congreso a derogar la norma para corredores DeFi recientemente finalizada por el Departamento del Tesoro.»
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