Criptomonedas, ya con más de 400 millones de usuarios a nivel mundial: El Fondo Monetario Internacional (FMI), Busca Incorporar Criptomonedas en Sistemas Fiscales»

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dirigido su enfoque en las criptomonedas de una manera poco convencional, como se refleja en su informe «La Fiscalidad de las Criptomonedas». Buscando entender y evaluar cómo los activos digitales pueden incorporarse en los actuales sistemas fiscales, este organismo influyente intenta ir más allá de las ganancias en criptomonedas, y abordar actividades como la minería, a la que se refiere como «intensiva en carbono». En el contexto de la creciente influencia del FMI sobre los países, especialmente aquellos en desarrollo que dependen de sus préstamos, este movimiento es significativo.

 

Las grandes potencias occidentales, lideradas por los Estados Unidos, poseen la mayoría de los derechos de voto en el FMI y, por lo tanto, son las que dictan estos términos. Este contexto sugiere que el esfuerzo por regular y desincentivar las criptomonedas está impulsado por estas naciones. A medida que aumenta la popularidad de las criptomonedas, con aproximadamente un 20% de la población de Estados Unidos y más de 400 millones de usuarios a nivel mundial involucrados, este informe pone de manifiesto un hecho irrefutable: las criptomonedas están en pleno auge.

 

El desafío para los reguladores globales reside en las criptomonedas y su impacto en los sistemas fiscales existentes, que no fueron diseñados con los activos digitales en mente. Los redactores del informe del FMI reconocen este desafío y buscan equilibrar las ventajas y desventajas de las criptomonedas para ajustarse a las leyes fiscales actuales. No obstante, la sugerencia de que las criptomonedas se incorporen a los regímenes fiscales existentes, en lugar de tener su propio régimen fiscal, no es una idea que todos compartan.

 

Eslovaquia, por ejemplo, ha introducido un impuesto específico para las criptomonedas, mientras que el informe del FMI sugiere que las criptomonedas se gravan como cualquier otro activo, prestando especial atención a los «titulares ricos de criptomonedas». Este enfoque puede parecer una forma eficiente de abordar las criptomonedas desde una perspectiva fiscal, pero la naturaleza única de estos activos requiere un enfoque igualmente singular, que tenga en cuenta su trazabilidad y transparencia.

 

En contraste con la naturaleza pseudo-anónima de las criptomonedas, casi todas las transacciones con criptomonedas son públicas y, por lo tanto, rastreables. Esto permitiría a las autoridades fiscales conectar las direcciones de las billeteras con las identidades reales, lo que mejoraría la eficacia de la identificación fiscal. Sin embargo, también podría poner en peligro una de las principales atracciones de las criptomonedas: su anonimato relativo.

 

Las jurisdicciones fiscales varían considerablemente en todo el mundo cuando se trata de criptomonedas. En India, por ejemplo, cada transacción con criptomonedas está sujeta a impuestos, independientemente de si se ha obtenido una ganancia de capital. Este enfoque puede desalentar la inversión en criptomonedas, pero también puede ser una herramienta eficaz para regular este creciente mercado. Aunque es esencial considerar los beneficios de la regulación fiscal, también es importante tener en cuenta sus posibles desventajas, como la desaceleración de la innovación y el desarrollo tecnológico.

 

El informe también plantea la cuestión de si las criptomonedas deben estar sujetas al IVA. Aunque los servicios financieros tradicionales no están sujetos al IVA, la pregunta de si las criptomonedas deben considerarse bienes, servicios financieros o una nueva categoría en sí misma es un debate en curso. Este debate puede tener implicaciones significativas para el futuro de las criptomonedas y su desarrollo.

 

La minería de criptomonedas ha sido objeto de críticas debido a su considerable huella de carbono, pero también está el argumento de que las criptomonedas están avanzando hacia modelos de consenso más eficientes en términos de energía. Aunque las criptomonedas pueden contribuir al cambio climático, es importante recordar que otros sectores, como el transporte y la energía, son responsables de una mayor proporción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

 

Por último, el tema de la evasión fiscal y las criptomonedas es complejo y no se puede simplificar. Aunque es cierto que las criptomonedas pueden utilizarse para evadir impuestos, generalizar que todas las criptomonedas se utilizan con este fin es inexacto y engañoso. A medida que la tecnología blockchain continúa avanzando, es esencial que la legislación y la regulación fiscal evolucionen al unísono para promover el crecimiento de este sector en lugar de obstaculizarlo.

 

 

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