En un giro legal de alto perfil, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha lanzado un intento por recuperar $5.2 millones en Bitcoin que un hacker adolescente había robado a ejecutivos de criptomonedas hace cuatro años. El hacker en cuestión, Ahmad Wagaafe Hared, enfrenta acusaciones relacionadas con el robo de Bitcoin y el uso de estos fondos para comprar un costoso automóvil deportivo. El caso arroja luz sobre los riesgos asociados con la ingeniería social en la era digital.
El plan del hacker, que involucraba el intercambio de tarjetas SIM, se llevó a cabo entre 2016 y 2018. El intercambio de SIM es una técnica de ingeniería social en la que el hacker logra que un proveedor de telefonía celular entregue el control del teléfono de la víctima, con el objetivo de acceder a datos personales y cometer actos de robo. Esta táctica subraya la importancia de la seguridad en línea y la necesidad de medidas de autenticación más sólidas.
El informe destaca la importancia de la investigación del FBI, que finalmente identificó a los perpetradores y los arrestó en 2019, poniendo fin a su operación. Sin embargo, el caso aún no ha llegado a una sentencia, lo que plantea interrogantes sobre el resultado final y las lecciones que se pueden extraer de este incidente en términos de seguridad digital y la protección de activos criptográficos.
Este caso resalta la necesidad de que las empresas y los individuos refuercen sus medidas de seguridad en línea, especialmente en el ámbito de las criptomonedas, donde las amenazas de hackers siguen siendo una preocupación constante. La historia también sirve como un recordatorio de que la justicia está dispuesta a perseguir a aquellos que se involucran en actividades ilegales en el mundo digital, incluso si se trata de casos de hace varios años.






