Dogecoin (DOGE), la memecoin más grande por capitalización, vuelve a estar en el centro de atención por su comportamiento volátil y señales técnicas contradictorias. En tan solo una semana, su valor cayó un 6.8%, cotizando a $0.166. Este descenso se ve acentuado por una tasa de financiación negativa, indicador que revela un sentimiento bajista en el mercado. Según CCN, esta métrica muestra que los operadores apuestan más por caídas que por repuntes. Además, su alta relación Valor de Red a Transacciones (NVT) sugiere una actividad más especulativa que funcional, debilitando la utilidad real del activo.
Sin embargo, no todo son malas noticias. Varios analistas técnicos apuntan a posibles repuntes si se mantienen ciertos niveles clave. Ali Martinez destaca que DOGE se encuentra sobre un soporte crítico en los $0.167. Si logra mantenerse por encima de este nivel, podría impulsarse hacia los $0.175 y luego a $0.183. Este escenario, aunque optimista, depende de un aumento significativo en el volumen de operaciones y del interés general del mercado. Un ejemplo claro fue en 2021, cuando DOGE pasó de $0.07 a $0.73 en cuestión de semanas, respaldado por una narrativa viral y fuertes compras minoristas.
El análisis técnico también identifica una figura potencialmente alcista: la cuña ascendente. GreenCrypto, colaborador en TradingView, indica que esta formación podría catapultar a DOGE hasta un 582%, alcanzando un máximo de $1.161 si se completa con éxito. No obstante, el riesgo también es latente. Si el precio cae por debajo de $0.177, la tendencia bajista podría acelerarse, arrastrando a la memecoin hasta niveles cercanos a los $0.10. Este tipo de patrones técnicos son de doble filo: generan expectativas alcistas, pero requieren condiciones ideales para cumplirse.
Más allá de lo técnico, las “ballenas” juegan un papel fundamental. Grandes carteras han acumulado más de 100 millones de DOGE en las últimas semanas, lo que genera especulaciones sobre una posible manipulación alcista. Cas Abbe sugiere que un impulso sólido de Dogecoin podría encender una nueva temporada de altcoins, como ha sucedido en ciclos anteriores. Desde 2017, cada gran subida de DOGE ha coincidido con el inicio de repuntes generalizados en otras criptomonedas, lo que lo convierte en un termómetro del mercado cripto alternativo.
Finalmente, el umbral de los $0.22 se plantea como el punto decisivo. Si Dogecoin logra superarlo, los analistas creen que abrirá la puerta a una verdadera explosión del mercado altcoin. Pero si fracasa en su intento, podría marcar el inicio de una corrección prolongada. En este contexto, DOGE se transforma en más que una simple criptomoneda “de broma”: es un termómetro emocional del ecosistema, capaz de marcar el ritmo para miles de activos digitales. Su próximo movimiento podría definir no solo su destino, sino también el de todo el universo altcoin.
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