El mercado estadounidense vivió una jornada mixta que dejó al Nasdaq en terreno positivo, impulsado por la esperanza de una baja en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Mientras el Dow Jones retrocedió 40 puntos, el Nasdaq escaló un sólido 0,78 %, liderado por tecnológicas como Tesla. Este repunte fue alimentado por dos factores clave: un nuevo acuerdo comercial entre EE. UU. y Vietnam, y cifras laborales más débiles de lo esperado. Ambos indicadores apuntan a una posible desaceleración, lo que podría obligar a la Fed a tomar medidas para sostener el crecimiento.
El acuerdo anunciado por el presidente Donald Trump establece condiciones arancelarias favorables para las exportaciones estadounidenses hacia Vietnam, mientras impone un 20 % de arancel a las importaciones vietnamitas. Además, se aplicará un fuerte impuesto del 40 % a los productos transbordados, una estrategia pensada para evitar que mercancías chinas eludan aranceles mediante terceros países. Esta jugada no solo refuerza la postura proteccionista de EE. UU., sino que reduce el riesgo de inflación importada, lo que refuerza el argumento a favor de un recorte en las tasas de interés.
La otra pieza clave del rompecabezas económico fue el informe de ADP, que reveló una pérdida inesperada de 33.000 empleos en el sector privado durante junio, contrastando fuertemente con los 100.000 empleos que los analistas preveían. Aunque no hubo una ola de despidos masivos, las empresas están evitando nuevas contrataciones, lo que refleja una creciente cautela económica. Esta contracción en el empleo refuerza la presión sobre la Reserva Federal para actuar rápidamente si desea evitar una desaceleración más profunda en el segundo semestre.
Uno de los grandes beneficiarios del entusiasmo del mercado fue Tesla, que vio cómo sus acciones subían más de un 4,6 % en la jornada. La empresa superó las expectativas en producción, fabricando más unidades de las proyectadas. Sin embargo, las entregas contaron una historia distinta: se entregaron 384,122 vehículos frente a los 389,407 esperados, una caída del 14 % en el trimestre. Aun así, los inversores valoraron positivamente el aumento de producción, interpretándolo como un indicio de mejora operativa en el largo plazo.
La combinación de una política comercial más estratégica y un mercado laboral en enfriamiento está redefiniendo el rumbo económico de EE. UU. Aunque las cifras laborales podrían preocupar a corto plazo, también podrían allanar el camino hacia condiciones financieras más favorables para empresas tecnológicas y de crecimiento. Si la Fed actúa pronto, sectores como el tecnológico podrían capitalizar este entorno, impulsando aún más al Nasdaq y reforzando el optimismo de los inversores.
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