En medio de la turbulencia legal en el mundo de las criptomonedas, el famoso jugador de baloncesto Jimmy Butler busca su desvinculación de una demanda colectiva. Dicha demanda, dirigida contra celebridades y figuras prominentes del mundo de las criptos, alega que estas personalidades promovieron valores no registrados en nombre de Binance, la conocida plataforma de intercambio de criptomonedas. Sin embargo, los abogados de Butler argumentan que su cliente nunca promovió dichos valores, sino que, por el contrario, alertó sobre las tácticas de marketing utilizadas por las celebridades en la promoción de criptoinversiones.
La demanda se basa en tuits realizados por Butler entre febrero y marzo de 2022, en los cuales se vinculó con Binance. A pesar de que la promoción de la plataforma de intercambio es evidente, los abogados de Butler argumentan que en ninguno de los tuits se promovió la venta de valores no registrados. De hecho, señalan que el baloncestista instó a los posibles clientes de Binance a investigar a fondo antes de invertir en criptomonedas.
Es cierto que Butler fue contratado por Binance en 2022 para promover su plataforma. Sin embargo, el contenido de sus tuits y videos estaba más centrado en alertar sobre la necesidad de investigación y cuidado al invertir en criptomonedas. Butler incluso fue citado diciendo que «algunos de los nombres más grandes te dirán que entres en el criptoespacio, pero no te conocen a ti ni a tus finanzas», un claro llamado a la cautela.
El caso presenta una interesante dinámica en términos de promoción y responsabilidad. Si bien Butler estaba de hecho promoviendo Binance, su enfoque cauteloso podría interpretarse como un esfuerzo por garantizar que los posibles inversores fueran conscientes de los riesgos. Además, Binance y otros acusados, incluyendo su CEO, Changpeng “CZ” Zhao, y el YouTuber Ben Armstrong, también conocido como BitBoy Crypto, han presentado mociones para desestimar la demanda.
El caso de Butler destaca el delicado equilibrio que las celebridades deben mantener al promocionar productos y servicios en el sector criptográfico. A medida que la industria madura y se regulan sus fronteras legales, es probable que surjan más casos como este, desafiando los límites de la responsabilidad en la promoción de inversiones. Es importante que tanto las figuras públicas como las empresas sean conscientes de los riesgos y se mantengan transparentes en su comunicación, como parece ser el caso de Butler.