El mundo de las criptomonedas, aunque lucrativo, también puede ser un terreno peligroso. Una evidencia de ello es el caso de Eddy Alexandre, un estafador de Nueva York que ha sido condenado a nueve años de prisión por llevar a cabo un esquema Ponzi centrado en la comunidad haitiana. A través de una plataforma de trading de criptomonedas y Forex llamada EminiFX, Alexandre logró atraer a víctimas que, en febrero de este año, admitió haber defraudado por un total de $248.8 millones en ganancias ilegales.
Los esquemas Ponzi, como el que aplicó Alexandre, se basan en usar el dinero de los nuevos inversores para pagar los rendimientos prometidos a los inversores antiguos. Es una estrategia que tiene un límite temporal, dada la necesidad creciente de nuevos participantes para mantener el esquema. Alexandre, aprovechando su posición en una comunidad cristiana, prometía una ganancia del 5% semanal a aquellos que invirtieran en su esquema. Este tipo de estafas son insostenibles y, por lo general, duran un año aproximadamente.
A pesar del grave delito cometido, Alexandre ha recibido apoyo de la comunidad haitiano-estadounidense, con informes de que muchas personas se manifestaron en el juzgado en su favor. Sin embargo, esta simpatía comunitaria no disminuye la gravedad del delito ni el impacto devastador que ha tenido sobre las víctimas de la estafa, quienes han perdido grandes sumas de dinero a manos de este criminal.
El veredicto de nueve años de prisión contra Alexandre no solo reconoce el alcance de su fraude, sino que también sirve como una advertencia para otros posibles estafadores. En palabras del juez federal de distrito, John Cronan, este fue «un fraude calculado, planificado y continuo», lo que justifica una «sentencia ejemplar». Alexandre utilizó los fondos defraudados para comprar coches de lujo y otras propiedades, lo que demuestra su total desprecio por las consecuencias de sus acciones.
Este caso sirve como un recordatorio a los inversores, especialmente en el volátil mercado de las criptomonedas, de estar alerta ante las «banderas rojas» de una posible estafa Ponzi. Estas incluyen promesas de rendimientos rápidos y elevados, la constante necesidad de atraer a nuevos participantes y la falta de claridad en las estrategias de inversión. Además, es esencial comprobar si la entidad en cuestión posee las licencias pertinentes de los reguladores. Esta cautela es fundamental para protegerse contra el engaño y las pérdidas financieras.






