Estados Unidos y China se enfrentan por el decomiso histórico de 127.000 Bitcoin vinculados al caso LuBian

El Departamento de Justicia de Estados Unidos sorprendió al mundo al anunciar el decomiso de 127.271 Bitcoin, valorados en más de 14.500 millones de dólares, en lo que calificó como la mayor incautación en su historia. Sin embargo, el suceso ha generado controversia internacional, especialmente por las acusaciones del Centro Nacional Chino de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos (CVERC), que cuestiona cómo Washington accedió a los activos vinculados al grupo de minería LuBian, víctima de un ataque informático en 2020.

El caso comenzó con el hackeo a LuBian, una de las principales agrupaciones mineras de Bitcoin en China, que perdió más de 127.000 BTC en un ciberataque entonces desconocido. Según la investigación de Arkham Intelligence, los fondos permanecieron inactivos durante casi cuatro años antes de ser transferidos, en una sola transacción, a una dirección identificada como propiedad del gobierno estadounidense. Este detalle ha llevado a las autoridades chinas a sugerir una posible intervención de actores estatales en el proceso.

De acuerdo con el informe del CVERC, Estados Unidos habría tenido control sobre los activos desde 2023, mucho antes de presentar la solicitud formal de decomiso en octubre de 2024. La falta de transparencia sobre el método empleado para recuperar los Bitcoin ha despertado sospechas y tensiones diplomáticas. El organismo chino afirmó que “la operación fue precisa y atípica para hackers comunes”, insinuando que podría tratarse de una acción coordinada con fines estratégicos o de inteligencia digital.

Por su parte, el Departamento de Justicia estadounidense sostiene que los fondos estaban relacionados con actividades ilícitas vinculadas a Chen Zhi, fundador del Prince Group, quien supuestamente controlaba los BTC antes del hackeo. Washington afirma haber actuado conforme a la ley, sin embargo, China alega que Zhi fue una víctima más del ataque y que Estados Unidos nunca explicó cómo obtuvo acceso a las direcciones afectadas. La falta de comunicación oficial refuerza el misterio en torno al decomiso.

El caso LuBian no solo representa un hito en la historia del cibercrimen financiero, sino también una muestra del nuevo tablero geopolítico en torno a los activos digitales. Mientras Estados Unidos presume liderazgo en regulación y control de criptomonedas, China aprovecha el episodio para señalar posibles abusos de poder. En medio del creciente interés global por el Bitcoin, ambos países parecen disputar no solo la supremacía tecnológica, sino el dominio sobre el futuro económico digital.

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