Ethereum atraviesa un momento crucial. Desde el 16 de julio, su red ha registrado un crecimiento vertiginoso en la cola de salida de staking, superando los 680.000 ETH —unos 2.500 millones de dólares— en apenas una semana. Este aumento récord indica que miles de validadores buscan retirar sus fondos, ya sea para asegurar ganancias o redirigirlos hacia otros instrumentos. A modo de comparación, el anterior pico fue de 500.000 ETH en enero. Aunque alarmante para algunos, esta desbandada podría tener matices estratégicos más que bajistas.
El tiempo de espera para retirar ETH ha pasado de menos de una hora a casi 12 días, una cifra sin precedentes. Esto refleja una red congestionada por solicitudes de salida que se asemejan a las largas filas del Black Friday. La red, diseñada para proteger su estabilidad, limita las salidas diarias, lo que retrasa la disponibilidad de esos fondos. Este retraso no solo complica la operativa de los validadores, sino que también evidencia un cambio profundo en la forma en que los inversores están replanteando sus estrategias a futuro.
Entre las razones principales está la toma de ganancias, ya que Ethereum superó los $3,000 el 12 de julio, un nivel considerado ideal por muchos holders para vender. Sin embargo, también influye la volatilidad en los préstamos DeFi. Los usuarios necesitan liquidez en ETH para cerrar posiciones y evitar liquidaciones, lo que obliga a deshacer el staking. Es decir, el movimiento no es necesariamente una señal de huida, sino una maniobra táctica ante condiciones dinámicas del mercado.
Otro elemento relevante es la reciente actualización Pectra, implementada en mayo. Este upgrade elevó el límite de staking de 32 ETH a 2.048 ETH, haciendo más eficiente la gestión para grandes validadores. Esto ha llevado a una reestructuración masiva de participaciones, con muchas entidades fusionando múltiples stakes pequeños en bloques más grandes. Este ajuste, impulsado por el alza en el precio de ETH, también contribuye al actual embotellamiento en la red.
Finalmente, el creciente atractivo de los ETF de Ethereum, como el iShares de BlackRock, que duplicó su valor de 5.000 a 10.000 millones en cinco días, está reconfigurando el panorama. Julio marcó una entrada récord de 4.400 millones de dólares en ETF, más que en los 12 meses previos combinados. Muchos stakers estarían migrando sus fondos a estos vehículos más líquidos y regulados. El auge en la desparticipación, lejos de anticipar una caída, podría estar señalando una sofisticación del capital que apuesta por nuevas formas de exposición al ecosistema Ethereum.
Descargo de responsabilidad: La información presentada no constituye asesoramiento financiero, de inversión, comercial u otro tipo y es únicamente la opinión del escritor, Las imágenes son solo con fines ilustrativos y no deben usarse para la toma de decisiones importantes. Al usar este sitio, acepta que no somos responsables de pérdidas, daños o lesiones derivadas del uso o interpretación de la información o imágenes.