Ethereum (ETH) enfrenta un momento decisivo tras desplomarse más de un 65 % en los últimos tres meses, un descenso que ha encendido las alarmas en la comunidad cripto. El patrón de precios que se repite, conocido como fractal, refleja con inquietante similitud los ciclos bajistas de 2018 y 2022. En ambos casos, tras subidas eufóricas, el mercado colapsó abruptamente. Este paralelismo preocupa a los inversores, pues en los ciclos previos los precios tocaron fondo cuando el índice de fuerza relativa (RSI) cayó por debajo de 30, y ETH aún se mantiene por encima de ese umbral, sugiriendo que el dolor podría no haber terminado.
Actualmente, ETH cotiza por debajo del nivel de retroceso de Fibonacci del 1.0, ubicado en torno a los $1,550. Esta ruptura técnica es significativa, ya que históricamente ha precedido caídas adicionales hacia zonas más profundas del retroceso de Fibonacci, entre $990 y $1,240. Un ejemplo claro fue en 2018, cuando Ether descendió desde los $1,400 hasta los $84 en cuestión de meses. Si la historia se repite, podríamos estar viendo el preludio de una caída más pronunciada. No obstante, los inversores más audaces podrían interpretar este retroceso como una oportunidad de acumulación en zonas de soporte clave.
Un segundo indicio que refuerza la teoría del posible fondo del mercado es el Net Unrealized Profit/Loss (NUPL) de Ethereum, el cual ha entrado en la zona de «capitulación». Esta métrica señala que la mayoría de los inversores están manteniendo ETH con pérdidas no realizadas, una situación vista anteriormente justo antes de fuertes repuntes. En marzo de 2020, por ejemplo, el NUPL entró en territorio negativo poco antes de que ETH despegara desde los $110 hasta los $4,000 en el siguiente ciclo alcista. Aunque dolorosa, esta fase suele ser un punto de inflexión para quienes compran en mínimos.
No obstante, existen riesgos. La presión macroeconómica global, la regulación incierta y la competencia de nuevas cadenas de bloques como Solana o Base podrían retrasar una recuperación significativa. Además, el sentimiento del mercado está deteriorado: las redes sociales y foros de traders muestran un creciente pesimismo. Este contexto podría alimentar más ventas por pánico. Sin embargo, también es cierto que los ciclos bajistas más agresivos han sido históricamente los más rentables para quienes mantuvieron la visión a largo plazo, acumulando cuando el miedo dominaba el mercado.
Ethereum se encuentra en una encrucijada histórica. Los fractales técnicos, los indicadores on-chain como el NUPL y las zonas de soporte de Fibonacci marcan una posible etapa final del declive. Si el RSI rompe por debajo de 30, podríamos ver a ETH tocar los $1,000, punto que, para muchos, representará capitulación… y quizás el renacer de una nueva era alcista. Para los inversores que buscan oportunidades en la adversidad, este podría ser el momento más estratégico del ciclo. Pero como siempre, la clave está en investigar y no dejarse llevar por la emoción.
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