La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ha aumentado sus esfuerzos en la incautación de criptomonedas, mostrando una preferencia notable por Ethereum (ETH) en comparación con Bitcoin (BTC) y Tether (USDT). Según informes del 16 de agosto, en el Distrito Este de Virginia, se incautaron 428,5 ETH valorados en casi 800,000 dólares, mientras que la cantidad de Bitcoin incautado fue más de cinco veces menor. Este fenómeno refleja una creciente vigilancia hacia la segunda criptomoneda más grande por capitalización de mercado, destacando la importancia del cumplimiento legal en la industria.
Además de las criptomonedas, los artículos incautados por el FBI incluyen armas, zapatillas y ropa. La selección diversa de bienes confiscados pone de manifiesto la complejidad y la amplitud de los delitos relacionados con la tecnología de criptomonedas. Ejemplifica cómo estas monedas digitales pueden estar entrelazadas con actividades criminales más tradicionales, complicando aún más las investigaciones y la aplicación de la ley.
La incautación de bienes es el resultado de varios incumplimientos de las normas federales, lo que refleja la creciente regulación y vigilancia en el sector de las criptomonedas. En 2023, el FBI ha llevado a cabo muchas acciones con respecto a este sector, incluyendo el registro de la casa de Jesse Powell, fundador del exchange de criptomonedas Kraken. Estos esfuerzos subrayan una postura más dura y proactiva contra el mal uso de las criptomonedas, resaltando la necesidad de mayor transparencia y cumplimiento.
La colaboración internacional también ha sido clave en la lucha contra las actividades ilícitas relacionadas con las criptomonedas. Por ejemplo, el FBI trabajó con la Policía Nacional de Ucrania para cerrar nueve exchanges de criptomonedas sospechosos de lavado de dinero. La medida subraya cómo las fronteras nacionales pueden ser permeables a la criptocriminalidad, y destaca la importancia de la cooperación entre agencias y países para garantizar una regulación eficiente.
A pesar de los éxitos en la incautación de activos ilícitos, la selección predominante de Ethereum plantea preguntas sobre si la atención del FBI está equilibrada o si ciertas criptomonedas son injustamente señaladas. La industria criptográfica está en una encrucijada, donde la regulación necesaria y la aplicación de la ley deben equilibrarse con la innovación y la privacidad. Los próximos meses serán cruciales para determinar cómo las agencias gubernamentales y la industria trabajan juntas para fomentar tanto la seguridad como la innovación en este campo en constante evolución.






