El ecosistema de de shiba inu y su capa 2 Shibarium plantea un dilema interesante en el mundo de las criptomonedas. Recientemente, se ha reitero que el 70% de los tokens $Bone, recaudados como tarifa de gas en Shibarium, se venden para financiar el proceso de quema de $Shib. A primera vista, esto podría parecer una estrategia negativa para $Bone, especialmente considerando que los tokens utilizados para las tarifas de gas no provienen de compras en el mercado, sino que son suministrados por el equipo de shiba inu en la blockchain Shibarium. Esta situación plantea preguntas sobre la sostenibilidad y el impacto a largo plazo de tales prácticas en el valor de $Bone.
En el corto plazo, esta estrategia puede parecer contraproducente para $Bone, dado que las transacciones son internas y no estimulan la demanda de mercado. Sin embargo, hay un giro interesante. Cuando Shibarium se integre en los exchanges centralizados (CEX) y descentralizados (DEX), se espera que la dinámica cambie drásticamente. Imaginemos, por ejemplo, que la tarifa de gas de Shibarium es de 0,002 $Bone por transacción. Para recaudar 1 millón de $Bone y vender el 70% de ellos para quemar $Shib, se necesitarían 500 millones de transacciones en Shibarium. Esto implicaría la compra de millones de $Bones en el mercado, lo que potencialmente aumentaría su precio de $5 a $10 y elevaría su capitalización de mercado a aproximadamente $2 mil millones. Bajo esta óptica, la venta de 700 mil $Bone sería insignificante comparada con la capitalización total del mercado.
Para enero, se esperan actualizaciones importantes en Shibarium y en el mecanismo de autoquema. Estas ventas se realizarán en pequeñas cantidades, valoradas en unos $25,000, y serán tan graduales que no se percibirá su impacto en las ventas de $Bone. Este enfoque podría resolver los problemas actuales y apaciguar las preocupaciones del mercado.
Aunque la estrategia actual de vender $Bone y quemar $Shib con los ingresos de Shibarium puede parecer desfavorable a corto plazo, su potencial a largo plazo es prometedor. La integración con CEX y DEX, junto con las actualizaciones y el mecanismo de autoquema, podría no solo estabilizar sino también impulsar el valor de $Bone. Así, lo que hoy se percibe como un desafío, podría convertirse en un catalizador para un crecimiento sostenido y una mayor adopción en el futuro.







