Desde la presentación de ChatGPT, un modelo de Inteligencia Artificial de OpenAI, a finales del año pasado, se ha generado un debate intenso en el sector de la IA.
Mientras que algunos temen que la IA sin restricciones represente un peligro, otros apoyan la regulación. El Gobierno de Estados Unidos ha propuesto nuevas leyes para regular la industria de la IA, lo que ha suscitado inquietudes y expectativas en la comunidad de criptomonedas de IA.
La regulación de la IA podría garantizar un desarrollo más seguro y ético de la tecnología, protegiendo los derechos civiles y los intereses de los trabajadores. También podría impulsar la confianza del consumidor y fomentar la adopción de la IA.
Por otro lado, la regulación podría obstaculizar la innovación y desencadenar repercusiones económicas negativas si no se maneja con cuidado.
La orden ejecutiva presentada por el gobierno de Biden establece ocho principios para el desarrollo seguro de la IA. Estos principios abarcan desde la transparencia en el funcionamiento de los modelos de IA hasta la protección de los derechos civiles y la privacidad del consumidor.
También se destaca la necesidad de evitar la desaparición de puestos de trabajo debido a la IA y garantizar que la población esté preparada para manejar la tecnología.