El enigma detrás de Worldcoin aumenta. El 23 de agosto, Nadir Hajarabi, quien se presenta como un ex trabajador de Worldcoin, lanzó severas críticas hacia la organización dirigida por Sam Altman. A pesar de su visión inicialmente positiva sobre los objetivos altruistas del proyecto, como es el ingreso universal, Hajarabi sentencia que la ejecución de estos ideales fue «horrenda». Aunque no proporciona detalles específicos sobre los problemas que presenció debido a consejos legales, deja en claro que su preocupación va más allá de meras discrepancias.
Entre luces rojas y decisiones. Las banderas de alarma, según Hajarabi, estuvieron presentes desde el primer día en la empresa. A pesar de ello, eligió continuar, confiando en que no eran signos de malicia. Sin embargo, con la publicación del White Paper, la realidad le pareció incontestable y tomó la determinante decisión de abandonar la organización. Las verdaderas razones detrás de esta salida aún están envueltas en misterio, con Hajarabi reteniendo detalles clave.
Puntos oscuros en la trama. La denuncia de Hajarabi se suma a un capítulo turbulento para Worldcoin. Hay menciones de contacto con autoridades y ambigüedades sobre las jurisdicciones relevantes, además de la falta de verificación de la legitimidad de su rol en la empresa. A su vez, Worldcoin ya enfrenta un intenso escrutinio global, con reguladores cuestionando sus métodos de recopilación de datos personales.
Worldcoin: Una senda llena de obstáculos. Tras una prometedora entrada en escena con su propuesta de proteger a los individuos de los bots, el camino de Worldcoin se ha tornado pedregoso. Investigaciones en países como Francia, Alemania, Reino Unido y Argentina complican el panorama. Además, las acciones contundentes de las autoridades kenianas, allanando un almacén en Nairobi, arrojan aún más sombras sobre el proyecto.
Promesas frente a realidades. Worldcoin defiende que no almacena datos personales obtenidos a través de escaneos oculares, buscando generar un ID digital distintivo. Imagina un mundo donde artistas y escritores certifican su trabajo con este ID, garantizando su origen humano. Sin embargo, ante las crecientes dudas, Hajarabi insta a todos a examinar minuciosamente los términos y condiciones de la firma, sugiriendo que la transparencia total aún está por llegar.