La Propuesta y su Alcance El Reino Unido está tomando medidas enérgicas contra las llamadas en frío relacionadas con productos y servicios financieros, incluyendo las criptoinversiones. El Tesoro ha lanzado un documento de consulta para medir el impacto de una prohibición total de estas prácticas, como parte de una estrategia más amplia anunciada el 3 de mayo contra el fraude, que costaría al país alrededor de 7 mil millones de libras anuales. Este enfoque incluiría la creación de 400 nuevos empleos, y se centra en actualizar la actuación policial basada en la inteligencia, atacando las estafas que explotan a los más vulnerables de la sociedad.
Los Beneficios de la Prohibición Prohibir las llamadas en frío puede tener un impacto significativo en la reducción de fraudes. Andrew Griffith, secretario económico del Tesoro, ha condenado enfáticamente el aumento de estas llamadas dirigidas, citando casos en los que resultaron en pérdidas para los inversores, incluso en el ámbito de las criptomonedas. Con el cierre de la consulta el 27 de septiembre, el Tesoro busca garantizar una aplicación efectiva y completa, minimizando las lagunas legales que los estafadores han explotado en el pasado.
Los Desafíos y Costos Potenciales Sin embargo, la prohibición no está exenta de desafíos y costos. Muchas empresas legítimas dependen de las llamadas no solicitadas como parte de su modelo de negocio. El documento de consulta plantea 19 preguntas específicas para equilibrar el impacto en los estafadores y en las empresas legítimas. Además, el Tesoro y la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) necesitarán colaborar estrechamente con la industria de criptoempresas para garantizar la claridad y cumplimiento de las normas.
Implicaciones Globales y Conclusión La respuesta del gobierno del Reino Unido a las llamadas en frío tiene el potencial de establecer un precedente en la regulación financiera internacional. Si bien se alinea con la lucha global contra el fraude, también podría contrarrestar las recomendaciones acordadas a nivel mundial por organismos internacionales. La prohibición propuesta subraya el compromiso del país con la protección de sus ciudadanos, pero también destaca la complejidad de regular un mundo financiero en rápida evolución, donde la tecnología y las tácticas de estafa están en constante cambio.