El mercado bursátil estadounidense vivió un giro inesperado y optimista después de semanas de alta volatilidad. El miércoles, el presidente Donald Trump suavizó su retórica sobre los aranceles a China y mostró apoyo al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Este cambio repentino disipó el nerviosismo de los inversores, provocando un rally en los principales índices bursátiles. El Dow Jones se disparó más de 400 puntos, mientras el Nasdaq, impulsado por gigantes tecnológicos, creció un impresionante 2,5%. Este respiro bursátil refleja el poder de la comunicación política sobre la confianza del mercado.
Uno de los catalizadores más fuertes del repunte fue la declaración de Trump de que no tiene intención de destituir a Powell, pese a críticas previas. Esta afirmación estabilizó las expectativas sobre la política monetaria, que había sido cuestionada en medio de la creciente presión inflacionaria. Además, Trump insinuó una posible reducción significativa de los aranceles del 145% sobre productos chinos. Aunque no prometió su eliminación total, este gesto fue interpretado como una señal de distensión, beneficiando particularmente a compañías con alta exposición a China, como Apple, Nvidia y Tesla.
La reacción de los gigantes tecnológicos fue inmediata y contundente. Apple ganó un 3% al recuperar confianza sobre su cadena de suministro, mientras Nvidia se disparó un 4% por su dependencia del mercado asiático. Tesla, por su parte, sumó un 5% tras el anuncio de Elon Musk de reducir su tiempo en labores regulatorias para centrarse en la innovación. Estas subidas no solo reflejan entusiasmo, sino también un alto grado de sensibilidad de estos sectores ante las políticas internacionales y los cambios de humor del gobierno estadounidense.
Sin embargo, los expertos advierten que este entusiasmo podría ser efímero. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dejó claro que aún no existe una oferta formal hacia China para desescalar el conflicto comercial. Además, firmas como BCA Research señalaron riesgos de recesión aún subestimados, con síntomas como el enfriamiento del empleo y una menor inversión empresarial. Estas señales económicas plantean dudas sobre la sostenibilidad del repunte y revelan una economía que aún camina sobre hielo delgado.
En este contexto, el mercado de criptomonedas también respondió positivamente. Bitcoin (BTC) subió un 2,5%, superando los $93.700. Este movimiento refleja su creciente rol como activo refugio frente a la incertidumbre macroeconómica. Aun así, los estrategas insisten en mantener disciplina. La volatilidad sigue latente y las señales políticas siguen siendo mixtas. Si bien la jornada trajo alivio, los inversores deberán prepararse para nuevos episodios de tensión y correcciones rápidas en este entorno geopolítico cambiante.
Descargo de responsabilidad: La información presentada no constituye asesoramiento financiero, de inversión, comercial u otro tipo y es únicamente la opinión del escritor, Las imágenes son solo con fines ilustrativos y no deben usarse para la toma de decisiones importantes. Al usar este sitio, acepta que no somos responsables de pérdidas, daños o lesiones derivadas del uso o interpretación de la información o imágenes.